
Hace 100 años que la Organización Internacional del Trabajo adoptó la primera norma internacional sobre protección a la maternidad.
Ocurrió en octubre de 1919 y España ratificó el convenio en 1923.
Según el citado convenio, la mujer:
No estará autorizada para trabajar durante un período de seis semanas después del parto.
Tendrá derecho a abandonar el trabajo mediante la presentación de un certificado que declare que el parto sobrevendrá probablemente en un término de seis semanas.
Recibirá prestaciones suficientes para su manutención y la del hijo en buenas condiciones de higiene.
La mujer tendrá además derecho a la asistencia gratuita de un médico o de una comadrona.
Tendrá derecho en todo caso, si amamanta a su hijo, a dos descansos de media hora para permitir la lactancia.
La OIT explica en este video la importancia de la maternidad para las trabajadoras y sus familias y la evolución hasta nuestros días.